Ímpetu es el
impulso efectuado en un momento dado, un movimiento acelerado, casi violento,
para imprimir fuerza en una acción. Es el brío, vehemencia, ardor con que se
actúa.
No es conveniente
actuar con ímpetu en nuestra vida diaria; pero, a veces, es necesario imprimir
ardor en nuestras acciones, si queremos salir de la apatía o inacción.
El escudo que
utiliza el Ayuntamiento de Candamo, es el siguiente:
Escudo
partido. Primero, de gules, un árbol de sinople, con una serpiente de sinople enroscada
en su tronco y un pájaro perchado en una rama de la siniestra, acompañado de
cuatro lanzas apoyadas en el árbol y terrasado de sinople. Segundo, de azur,
tres tablas de plata, con cuatro tornillos de sable en cada una de las tablas.
El primer cuartel es el escudo de armas del concejo de Grado, al que perteneció Candamo hasta 1788 y el segundo es atribuido al linaje de Tablas de Candamo, del cual se hablará más adelante.
El dibujo está basado en otro que aparece en la enciclopedia Asturias.
El
escudo concejil debe ser partido: a un lado el de Grado, su antigua matriz, y
al otro las Tablas de Candamo, cuyas armas son: escudo de azur y tres tablas de
plata, con tornillos de lo mismo, puestas en faja.
Piferrer dice que: el origen de las Tablas, procede de los
hijos de una ilustre casa de Asturias que existía en tiempo de la primera
irrupción sarracena, cerca de un río en el concejo de Candamo, los cuales
tomaron el apellido de las Tablas en memoria de haber echado casi
instantáneamente sobre el indicado río una grande y sólida puente de tablas
para facilitar el paso a don Pelayo y sus esforzados guerreros, que iban al
auxilio de un puñado de animosos cristianos que habían trabado batalla con un
poderoso ejército morisco, con cuyo oportuno socorro alcanzaron los primeros la
más completa victoria.
Como viene siendo
habitual, el escudo no me convence, son dos, el de la villa de Grado y el de la
familia de las Tablas. También porque incumple la regla de los colores y hace
difícil la identificación de algunos muebles. Por todo eso, quizás necesite un
escudo propio.
Consulté la bandera
del concejo, por si me daba alguna inspiración.
La bandera se
compone de dos franjas verticales. La diestra de menor tamaño, sobre azul
aparecen once estrellas de ocho puntas en amarillo, representando a las
parroquias del Concejo. A la siniestra, la franja mayor, amarilla, soporta una
alegoría del caballo del Camarín de la Cueva de La Peña de Candamo.
Y con ella, compuse
este escudo, en dos versiones:
De
plata, pintura rupestre de un caballo de gules, surmontado por billete de sable con cuatro
bezantes de plata cargados con un palo de sable (tornillos) en las esquinas, bordura de azur con once estrellas de oro
de ocho puntas.
O más parecida a la bandera:
De
oro, pintura rupestre de un caballo de gules, surmontado por una rama de fresas de
sinople frutada de gules y botonada de
oro, jefe de azur con once estrellas de oro de ocho puntas, colocadas seis y
cinco.
Si se quitan las fresas, quedaría todavía más parecido a la bandera.
Hay que tener en cuenta que el escudo debe identificar al concejo, no a los linajes que pasaron por allí. La Historia es importante para descubrir algún antiguo escudo, y pierde notoriedad a la hora de crear uno nuevo, es un elemento más a tener en cuenta.
Seguimos con el
tema de la decoración de particiones y piezas, así tememos el palizado, que me recuerda a los veros,
y el potenzado, en representación de
la cruz potenzada:
Los siguientes son
unos almenados un poco peculiares. Fíjense en la simetría de la decoración de
los dos últimos, y de los anteriores, se les puede dar la vuelta y no cambia la
figura.
Y terminamos con
más almenados y otro que puede servir para Navidad.
Otro día, más.
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