sábado, 4 de enero de 2020

Soto del Barco: Proyecto


Un proyecto es un esquema o plan de cualquier trabajo que se hace a veces como prueba antes de darle la forma definitiva.

En la ya más que mencionada enciclopedia Asturias, al referirse a este escudo y al de Muros, dice textualmente:

Como complemento de estas y otras referencias heráldicas, debemos explicar brevemente el proyecto de escudos concejiles, que van a la cabeza de este notable trabajo del señor Pulido.

Por lo tanto, entiendo que la mayoría de los escudos aparecidos en dicha obra, son proyectos de los mismos, con más o menos fortuna, y por eso mismo, entiendo que no se debieron elegir como concejiles, sin una reflexión previa.
 

(Imagen tomada de Wikipedia)
 
Escudo cuartelado. Primero, de plata, seis cuervos, de sable, colocados en dos hileras de tres cada uno. Segundo, en campo de azur, un castillo de oro sobre unas ondas fluviales de plata. Tercero, de azur, una espada en plata con empuñadura de oro, con la punta hacia jefe y cinco lises de oro colocada una en jefe y las otras en palo, dos a cada lado de la espada. Orlado de sinople con ocho aspas de oro. Cuarto, de azur, una nave marina de oro, enarbolado de plata, sobre unas ondas de plata.


El primer cuartel representa las armas del concejo de Pravia, al que perteneció durante un tiempo. El segundo guarda relación con castillo de San Martín y el río Nalón. El tercero es la representación de las armas de la familia Ponte. Y el cuarto hace referencia a la representación heráldica del nombre del concejo.

Que está relacionado con el que aparece en la enciclopedia Asturias:
En los cuarteles de SOTO DEL BARCO se comprende: 1º: Los cuervos, armas del antiguo y extenso concejo Pravia de que formó parte; 2º: el famoso castillo de San Martin; 3º: la espada de los de Palla y Ponte, extendida en los principales solares de aquel territorio; y 4°: el barco que recientemente puso como su timbre el Ayuntamiento del concejo.

Persisto en mi manía anticuartelista y anti señoril y, por consiguiente, no veo la razón de incluir en el escudo los de los diferentes nobles que pasaron por allí.

Y tenemos elementos para confeccionar un buen escudo, con los que dice la descripción:

... el famoso castillo de San Martin … el barco que recientemente puso como su timbre el Ayuntamiento del concejo

En la página del Ayuntamiento viene una descripción del porqué del nombre y sus accidentes geográficos:

Debe su nombre a una antigua embarcación utilizada para comunicar en tiempos pasados las orillas de La Arena (Soto del Barco) y San Esteban (Muros de Nalón).
El principal accidente fluvial, como ya se puede suponer, es el río Nalón, que forma desembocadura en la parte occidental del concejo. En estos últimos tramos de su salida al mar desarrolla unos meandros en forma de zig-zag entre aluviones que colmatan la superficie lisa del antiguo estuario formando algunos islotes …

Me aparece una duda, ¿es un barco o una barca? ¿Emplazamos un barco antiguo o moderno? Y me decidí por esto:

 De azur, un velero de oro, envelado de plata y enarmolado de gules, flotante sobre ondas de plata, surmontado por un castillo de dos torres.

Si se desea algo más moderno y, recogiendo su pertenencia a Pravia y la realidad de la embarcación, puede servir este:

De azur, una barca de oro envelada de plata, flotante sobre un pie bajado angrelado de plata y, un jefe bastillado de plata con tres cuervos puestos en faja.

Para que el escudo fuera completo, tendríamos que poner un árbol, como referencia a Soto, pero no me atrevo.

Ya que va de barcos, fijaremos algunos conceptos relativos a la navegación. Un buque puede ser equipado, si lleva su aparejo completo, flotante, cuando se pinta la embarcación sobre ondas que representan agua, habillado, cuando el buque tiene unas velas diferentes de otras, y enarbolado, cuando la bandera que está tremolante, es decir, ondea al viento.

En diferentes Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales,  los expertos sobre la materia han dado una serie de recomendaciones para la elaboración los escudos municipales.

Aprobar un escudo no supone algo baladí, pues es algo que se concibe para que tenga validez durante varios años, por lo que debe contar con un amplio consenso de la población, debiéndose iniciar con una profunda búsqueda de datos, contemplando los escudos antiguos, sellos concejiles, documentos y manuscritos antiguos del Ayuntamiento, etc.

En caso de no obtener resultados o que estos no fueran satisfactorios, hay que crear un nuevo escudo. Y por ello se tendrá que ser meticuloso y prudente, teniendo que meditar lo que se quiera resaltar, ateniéndonos a lo más relevante. Sin embargo, se debe evitar el error de utilizar muchos elementos, como mucho tres piezas: un monumento notable, un accidente geográfico, un animal o planta, o algo que guarde relación con el nombre del municipio.

Y siempre es necesario que intervenga un heraldista para dirigir la composición final y que ésta se adapte a las reglas de la Heráldica y de la estética.

Recalcamos que lo importante es conseguir una composición sencilla, sin recargamientos innecesarios y con pocos colores.

El Congreso Italo-Español de Historia Municipal y de la V Asamblea de la Asociación de Hidalgos, celebrado en Roma, del 5 al 10 de octubre de 1958, presentó las siguientes Conclusiones de la Comisión de Heráldica Municipal presidida por Don Vicente de Cadenas y Vicent, elaboradas por él mismo en su comunicación La Ordenación de Armas Municipales. En ella se preconiza:
  • La sencillez y primitivismo en la ordenación y figuras.
  • El empleo de una pieza (jefe, franco cuartel o escusón) o partición, en los nuevos escudos, con referencia al antiguo reino a que perteneció el municipio.
  • El empleo de armas parlantes, representadas en forma de figuras simbólicas.
  • La incorporación de figuras naturales o artificiales que caractericen la vida municipal.

En el I Encuentro de Expertos en Heráldica Municipal, celebradas en Xátiva (Valencia), en 1991, se convino las siguientes recomendaciones:
  • Que se emplee la boca de escudo cuadrangular para nuestra área geográfica.
  • Que procuren sean los escudos sencillos, reduciendo el número de cuarteles y representaciones incluidos en ellos.
  • Que las figuras complicadas y sin manifestación heráldica tradicional se representen más bien mediante los símbolos que les son propios.
  • Y el resto de las figuras con la máxima estilización posible y llenando el campo del escudo.
  • Que, salvo justificación razonable, los ornamentos exteriores deben eliminarse, aunque se toleran los que tengan carácter meramente ornamental.
  • Admitir solo como timbres la corona real cerrada, coronas gentilicias y coronas murales.
En las II Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales, celebradas en Zaragoza, en 1994, se establecieron los siguientes principios o criterios para componer el escudo:
  • Agotar todas las posibilidades de investigación histórica referentes a la población. (Investiguemos para encontrar las raíces de algún escudo).
  • A falta de hechos históricos relevantes, estudiar la posibilidad de incorporar al escudo armas parlantes. (Si se llama Soto del Barco, podemos poner un árbol y un barco).
  • Evitar la reproducción íntegra de las armas de los antiguos señores o encomiendas del lugar, al menos cuando el escudo se organice con un solo cuartel o campo. (Es decir, no pongamos íntegramente los escudos de los que un día fueron señores del lugar).
  • Procurar prescindir de elementos comunes, en los escudos de una entidad territorial, salvo justificación histórica en contrario. (Viene a decir que no abusemos de la Cruz de la Victoria).
En estas mismas Jornadas, se establecieron los criterios para organización o disposición de las piezas:
  • Componer los escudos lo más sencillos posibles.
  • Componer como máximo con dos cuarteles, procurando al propio tiempo que en cada uno de ellos aparezca un sólo mueble y que éste tienda a ocupar la totalidad del cuartel.
  • Procurar limitar los esmaltes a dos o tres, y como máximo dos colores y dos metales.
  • Únicamente deben llevarse al campo del escudo los elementos principales de cada figura, prescindiendo siempre de aquellos que no son necesarios para la identificación.
  • La figura que se introduzca como mueble heráldico debe ser simbólica y estilizada.
  • No llevará el escudo inscripciones y, de constituir éstas un elemento esencial, introducirla en una bordura.
  • Las figuras deben mirar a la diestra del escudo, salvo indicación en contrario.
  • Colocar las figuras en el lugar exacto que les corresponda, teniendo en cuenta que los sembrados en fajas, bandas y barras deberán seguir siempre el sentido de las piezas.
  • En el diseño de piezas y figuras, se debe recurrir al simbolismo y evitar el naturalismo.
  • Respetar el ancho de las piezas, siempre que no se distorsione el conjunto ni dañe ostentosamente la estética del escudo.
  • Desterrar los colores "al natural" y de "carnación"
En dichas Jornadas se hacía hincapié en que es importante hacer un correcto blasonamiento, definiendo los escudos correctamente y con el léxico heráldico oportuno, para que no existan problemas de interpretación al dibujarlo. Es decir, tiene existir una relación biunívoca entre diseño y descripción, realizando ésta con el vocabulario propio de la ciencia del blasón.

En la III Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales, Organizadas por el CSIC-CECEL y el Instituto Español de Estudios Nobiliarios en Madrid, en noviembre del 2011, se desarrolló una ponencia titulada Limitaciones del Principio de Identificación de los Escudos y Banderas Municipales, presentada por Dr. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, que establecía que  "en los escudos municipales, debe primar la necesidad de adecuarse como factor identificador de las circunstancias históricas, topográficas, económicas o sociales distintivas del municipio".

Se reconocía que no es fácil cambiar un escudo municipal, ya que alguien lo puede tomar como el capricho de algunas personas, por lo tanto, hay que seguir un procedimiento que “vele tanto por su idoneidad como por su consenso, a fin de ser un elemento de cohesión entre los vecinos y las fuerzas políticas y sociales de la localidad. Hay que tener en cuenta que debe seguirse un procedimiento administrativo riguroso y en algunos casos, complejo”.

En base a las normas que tenga establecida la Comunidad Autónoma, los blasones municipales presentan sus propias singularidades, algunas compartidas con las generales de cualquier escudo oficial. He tratado de añadir alguna aclaración a lo presentado en las jornadas:
  • El contorno del escudo ha de ser cuadrilongo, terminado en una base circular, salvo que la comunidad correspondiente tenga establecida otra, como ocurre en Cataluña.
  • Recomienda no utilizar ornamentos externos, como mantos, yelmos, lambrequines, tenantes, cruces acoladas, estandartes, divisas, salvo la corona real (y en casos en que la tradición del municipio sea otra).
  • Los esmaltes utilizados, han de ser los dos metales y cinco colores heráldicos (añadí el púrpura), combinados según las normas y procurando no emplear demasiados. Recordar alguna regla que establecía no usar más de tres cargas y tres esmaltes.
  • Su campo, puede ser único o dividido en cuarteles, pero la finalidad de éstos no es la de incorporar armerías, como en los escudos gentilicios, sino signos de identificación del municipio, relacionados con su historia, toponimia o circunstancias sociales. En todo caso se debe procurar no multiplicar los cuarteles, con un máximo de tres (yo propongo cuatro, por el tema del equilibrio).
  • El diseño de los muebles heráldicos ha de ser estilizado y abstracto, huyendo de utilizar figuras concretas que identifiquen al objeto, y se ha de seguir un modelo genérico dentro de cada Comunidad al menos, a fin de homogeneizar los escudos de ésta.
  • El ponente proponía identificación del municipio mediante figuras relativas a los siguientes conceptos:
-      Un antiguo sello concejil.
-      La pertenencia a una orden o señorío. Se pueden utilizar las armas propias del linaje que lo ostentó, aunque no como único motivo, pues no existe ya una situación de dependencia si no que se trata de un mero recuerdo histórico. También puede ser por haber pertenecido a un maestrazgo de un orden militar, a un concejo de realengo o a un señorío religioso.
-  Un acontecimiento histórico local. Muchos municipios recuerdan diversos acontecimientos que marcaron su historia y les dieron personalidad.
-       La toponimia geográfica local (p. ej. ríos, mar, riscos...).
-       La advocación popular o religiosa (p. ej. el santo patrón o patrona).
    Edificios singulares existentes en la localidad (p. ej. castillos, murallas, palacios, …).
-   Las actividades productivas. Su riqueza forestal o ganadera o su actividad artesanal o industrial.
-     Escudo parlante. Se basa en escoger una figura que guarde una relación con el nombre del pueblo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escudos de linajes de Cabrales Como en otros casos, ya se hizo una entrada referente al escudo del Ayuntamiento de Cabrales, este es muy...