Las Regueras: Honor

Honor es la cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. Este se puede obtener por la gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea.

Para poner de relieve el honor, a veces se tributa a alguien un obsequio, aplauso o agasajo, y esto es lo representado en el escudo de Las Regueras, incorporándose unas lanzas para recoger un suceso histórico o leyenda.

Este es el escudo del Ayuntamiento:

 (Imagen y descripción tomada de Wikipedia)

Escudo partido. Primer cuartel, en azur la representación de la Cruz de los Ángeles, simbolizando el poder que tuvo sobre el territorio el obispado de Oviedo durante siglos. El segundo cuarto nos muestra siete lanzas de oro con la punta mirando hacia arriba, y que representa a los siete escuderos de Las Regueras, que pasaron a la historia por haber escoltado al príncipe Enrique de Trastámara, en la persecución sufrida por parte de su hermano, el rey Pedro I.

Así justifica la enciclopedia Asturias dicho escudo:

Rodrigo Alfonso de Escamplero, dueño y señor de la casa llamada el Hospital, porque en ella eran acogidos caritativamente cuantos peregrinos sentían necesidad de alimento o descanso, admitió una noche en ella a don Enrique Trastamara y a su esposa doña Juana de la Cerda, perseguidos y proscriptos a la sazón por el rey don Pedro I de Castilla: rendidos de fatiga llegaron a la morada de Rodrigo Alfonso los fugitivos y algunos caballeros que les acompañaban, y al solicitar hospedaje para descansar unas horas:

-Mi casa es vuestra, -dijo luego el de Escamplero.

Uno de los desconocidos caminantes le contestó entonces con noble y leal franqueza:

-Buen escudero, antes de abrir vuestra puerta, sabed a quien dais asilo; yo soy un proscripto, un enemigo del Rey don Pedro, esa fiera coronada, que inunda en sangre a Castilla.

- Mi casa es vuestra, repitió Rodrigo; miradme como amigo y como hermano.

Al siguiente día, apenas el sol iluminaba el horizonte, el de Trastamara, su esposa y las escasas personas que les acompañaban, partieron de Escamplero, en dirección a las Torres de San Cucao de Llanera, guiados por Rodrigo Alfonso y varios de sus deudos llamados Sebastián Alonso de Tamargo, Mauricio Pérez, Pedro Marinas, Diego de Andallón, Juan Rodríguez de Valsera y un hermano de éste, nombrado Rodrigo, que, armados de lanzas y escudos, caminaban a pie delante del futuro Rey de Castilla. Estos fueron los célebres, Escuderos de las Regueras, cuyas lanzas figuran en el escudo del concejo con la Cruz de Oviedo por el antiguo señorío episcopal.

Como casi siempre, no me gusta. Entiendo que no pueden ser dos cuarteles iguales, con la misma categoría, y todo en azur. Deberíamos tratar de integrar la Cruz de los Ángeles en el campo del escudo. Por otra parte, con el nombre de Las Regueras, debería aparecer ese elemento en el escudo.

Aunque no sea muy correcto, se me ocurrió esto:

De azur, tres palos ondados de plata, sobre todo, siete lanzas, armadas de plata y fustadas de oro, puestas en palo y colocadas en faja. Un jefe de azur con la Cruz de los Ángeles.

O bien:

De azur, siete lanzas, armadas de plata y fustadas de oro, puestas en palo y colocadas en faja. Al pie, dos ondas de plata.

Es el ciudadano quien tiene que elegir lo que más le gusta, y lo anterior puede ser rechazado, aceptado o como inspiración para una idea mejor.

Dentro de los conceptos heráldicos, dado que en el escudo de hoy aparecen lanzas, vamos a explicar los relativos a las armas.

Con respecto a la espada, esta puede tener distintos atributos. Así, se llama guarnecida, cuando el puño tiene diferente esmalte a su hoja; esgrimida, cuando está sostenida por una mano, y alta, cuando la punta mira hacia la parte superior del escudo.

Hay un término que se utiliza para designar una característica de las espadas, aunque no está referido a ellas específicamente. Se denomina flambante, a toda pieza punteada y ondeada en forma de llamas.

Si un guerrero está con la espada para herir a otro de arriba a abajo, se blasona como hendiente.

Con respecto a las flechas, se dice empulgada cuando está puesta en el arco a punto de disparo y empenada, cuando tiene plumas en su terminación.

La punta de las armas también puede ser descrita. Así, se señala como fustada las armas (lanza, pica, etc.) cuya punta es de diferente esmalte al asta y despuntada, cuando el arma tiene rota la punta.